Las malatendidas sin sueño

Durante décadas nos enseñaron que lás únicas víctimas de sequias y calenturas eran los hombres, o que al menos, ellos eran los que quedaban en evidencia porque se erectaban cual animales mientras nosotras sacabamos una tarta del horno y la acomodabamos joviales en la ventana para que se enfrie. Esto cambió el dia que un genio matemático, un posible discípulo de John Nash acuñó el término "Malcogida" y ahi fuimos libres de expresarnos, y gritar al viento "Si, soy una de ellas". Si bien nada se nos para, a excepción de la actividad cerebral responsable de elegir un candidato que al menos no se coma las eses, hay un síntoma aún más delator: una impune e inconfundible cara de orto, combinada sutilmente con una actitud de mierda, que en vez de alejarnos de la enfermedad, nos acerca más a ella.
En mi caso particular, no llevo una sequia tan grande como para quejarme; yo puedo decir que estoy malatendida de romance, y que después de meses de pasearme en calesita fuí bajada de un hondazo y ahora me encuentro con un mundo que no entiendo ni me entiende, todo me irrita más que antes, y cuando respiro ya no exhalo dióxido de carbono, sino mala onda. Aparentemente mientras estuve ausente del mundo real la idiotez se expandió notablemente. Entonces, como tengo un blog y nada mejor que hacer, voy a dedicar mi tiempo a quejarme. Porque es gratis, y no engorda. Y como vengo juntando odio y resentimiento ya no contra el sexo opuesto sino directamente contra la humanidad, me parece más que apropiado enumerarles algunas de las cosas que más me irritan:

1- La gente metida: Si hay algo que me resulta intolerable es sentir un cuerpo humano atrás mio cuando uso la computadora, me saca de quicio. Esto suele darse en ambientes laborales, donde siempre hay alguien que emerge de las sombras porque se aburrió de mirarse el ombligo o implantes peneanos on line y encima de chusmas, se meten descaradamente. "Uh, te gusta esa banda? Quien la conoce?".Perdoname...¿te estoy pidiendo que la escuches?. Es el tipo de gente limitada que piensa que White Stripes necesita un bajista, y consideran que tienen suficiente autoridad aunque vos por sus auriculares escuches que estan escuchando un temazo de Ricardo Montaner. Otra que viví en carne propia esta semana fué el meterse con lo que estoy haciendo, sea lo que sea. Por ejemplo, cuando digo que tengo tos y escucho "Y si, con lo que fumás". Y a vos, quien mierda te preguntó tu valiosísima opinión? ¿Alguien es tan ingenuo de pensar que voy a dejar de fumar por un comentario sacado de la galera de una persona cuyos valores morales realmente me resbalán más que una moneda bañada en aceite Marolio?. Estas pequeñas cosas nos llevan a...

2-La gente que remarca obviedades: A ver...si estoy en la puerta, me tiemblan las rodillas, tirito, tengo escarcha hasta en las tetas...¿hace falta que alguien venga y diga "Hace frio"?. Estoy notando que mucha gente tiene una necesidad impresionante de sacarse un tema de conversación de orto con tal de que no haya silencio. Tópicos como "Que caro que está todo", "Cómo estan los mosquitos este año!", "La inseguridad" y ante todo, el clima son conversaciones que estan diseñadas para durar máximo dos minutos y a ninguno de los participantes les va a cambiar la vida.
El otro dia estaba trabajando y tomando mate con una insípida galleta de arroz, cuando un compañero me dijo "Ay, pero quedan ricas con Tholem encima, sino son feas". Flaco...no te das cuenta que la estoy pasando mal? Obvio que es mas rico con Tholem, una ojota es mas rica con Tholem, tu abuela es mas rica con Tholem. ¿Pensás que si Papá Noel me trajera el metabolismo decente que le vengo pidiendo hace años estas galletitas de mierda no serian un paquete de Oreo? Forro.

3-La pérdida de tiempo: No tengo paz mental, ni sonidos de panderetas ni inscienso quemándose en la cabeza, no me gusta perder el tiempo con cosas evitables. Y por sobre todas las cosas, últimamente hablar trivialidades me cuesta mucho más que antes, entonces: si no conozco al primo de ese pibe que iba con vos a primaria, no me importa que me cuentes si le robaron, si se casó o si fué abducida por aliens que lo vaciaron y lo mandaron de vuelta relleno de aserrín. Peor que calculen que algún detalle cambia en algo el curso de la vida: "Esta camisa me la compré en el 2003....no, pará, miento...en el 2004...ah no, perdón fué en el 2003, si, el 2003". Ahi tenés, 20 segundos de mi vida que jamás voy a recuperar. Probablemente sea mi culpa, y me hayas confundido con alguien a quien le importa tres carajos lo que me estás contando.


4- La pregunta pelotuda: Siempre hay alguien con una pregunta boluda en puerta, siempre, y aplica para todo. "Voy a comprar una coca" desencadena un "Tenes sed?". No, la vedad que no, pero siempre me pregunté cómo seria darme una ducha con coca en Cabildo y Juramento a las tres de la tarde. "Tengo que comprar tampones"...."Te vino?". No, calculé mal y me quedé sin adornos para el arbolito. Por Dios. La otra, la más dedo en la llaga es la de "¿Por qué no tenes novio?"...alguien, alguna vez, dió una respuesta sincera? Una sola vez contesté "Porque tengo issues e imanto forros" y después me miraban raro, como si necesitara Clonazepam o un gato doméstico. Desde ese entonces me limité a callarme.

5- El consejo no solicitado: A ver...soy homo sapiens; uso la palabra, me comiunico, uso herramientas y Facebook. Si quiero un consejo, lo pido. Asi de fácil. Me violenta terriblemente el consejo no pedido pero expuesto de todas maneras, y encima en un terrible tono imperativo. "Te gustan las películas de terror"..."No"...."Ahh no, tenes que ver "Muerte a cuchillazos en Michigan II". ¿No soy clara cuando hablo? "Me enteré que bajaste seis kilos...sabés que tenes que comer? Palta, la palta es buenísima, un amigo bajó cinco kilos comiendo palta". ¿Te pregunté? No. ¿Queres diecisiete ideas sobre dónde podes meter la palta? Ah, no? Te lo digo igual.

6- Hermanas de útero: Me ponen extremadamente nerviosa las mujeres genéricas. En realidad la gente en general, pero las mujeres que piensan que porque compartimos un ciclo menstrual y anatomía básicas, tenemos algo en común. Podemos tener hijos, y nos depilamos, que loco! Vamos a suponer que tengo una compañera de laburo que es insoportable, a la cual llamaremos Fan Club, porque tiene esa actitud pedorra de "Chicos, hagamos algo, tomemos mate, charlemos, semaos amigos, vayamos a Bariloche de vuelta!". No, es la idea errónea que tienen algunos de que porque vivo con los auriculares puestos soy tímida y retraida y que quiero internamente que me unan a un grupo que me chupa toda la docena. No quiero que me cuentes de tu novio, ni de la facu, ni de esa vez que te cortaste el flequillo y te hizo cara de prepizza. No necesito llenar espacios, tengo Youtube y aunque estuviera viendo videos de monos cabalgando perros vestidos de cowboys sigue siendo más interesante que lo que hiciste en todo un año.

7- La gente que piensa que la mala onda es un defecto: Vamos, el optimismo está sobrevaluado. Sin ir más lejos, el otro dia alguien me dijo "Tenes cara de orto", a lo que respondi con total honestidad "Siempre tengo cara de orto". Sin darse cuenta que lo único que me iba a generar más ira era la pregunta siguiente, atacó "Que te tiene con cara de orto? La dieta? Estar sola?"...que se supone que te responda?. "Nunca fuí copada en realidad, era un mix de azúcar en sangre y coger seguido". El mundo no está preparado para escuchar la verdad, ninguno de nosotros lo está. Por eso religiosamente se contesta "bien" cuando te preguntan cómo estas, nadie quiere escuchar un "Para la mierda" a las siete de la mañana.

Pero la realidad es esa; todos estamos bien para la mierda. La gente que vive hablando boludeces, y los que lo sufrimos. No creo que haya solución a la vista, más que una masacre que jamás terminaria, porque tirás una semilla y crece un pelotudo, y ese pelotudo en un frasco con secante germina preguntas y comentarios todavia más pelotudos. No hay donde correr, estamos perdidos. Sólo se puede esperar que algo o alguien aparezca y nos haga todavia más ousiders de una raza a la cuales muchos de nosotros, prefeririamos no pertenecer nunca.